En el periódico La Jornada del jueves 22 de diciembre de 2011, se publica un interesante artículo de Adolfo Sánchez Rebolledo titulado: López Obrador está de vuelta.
El autor destaca entre las novedades de su discurso, su propuesta de la "república amorosa", subrayando que "el candidato tiene, al igual que los demás, su propia individualidad expresada en sus convicciones morales y espirituales que sólo la ignorancia negaría."
El autor destaca entre las novedades de su discurso, su propuesta de la "república amorosa", subrayando que "el candidato tiene, al igual que los demás, su propia individualidad expresada en sus convicciones morales y espirituales que sólo la ignorancia negaría."
Considera que es clave su propuesta en torno a atender, respetar y escuchar a todos, dando preferencia a los más pobres, sin intentar despojar a los pudientes, pero redistribuyendo el ingreso. Destaca su intención de impulsar el crecimiento económico para crear empleos para los humildes y los jóvenes con el fin de combatir la pobreza, lo cual distingue a la izquierda de las formaciones políticas de derecha.
También destaca su intención de vincular la política con la ética, y de "Apostar por la honestidad en la vida pública y privada," además de revalorar "las normas universales de la convivencia humana," el respeto y la tolerancia como recurso "para apuntalar al Estado laico como garantía de la libertad de creencias fuera de toda imposición de ningún catecismo o moral obligatoria."
Para luchar contra la corrupción -el eje vertebrador de las relaciones políticas en el país- haría falta impulsar una reforma cultural y moral de la sociedad y del Estado, a todos los niveles.
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